lunes, 25 de abril de 2011

Me duele tanto tu piel como tu espalda
me abres las heridas con todas las palabras.

El asesino recuerda que era niño
cuando alguien le mata.

Otra vez, otra vez me perdió la esperanza.

Hay un cisne que canta y una luciérnaga,
había mariposas, sueños, rios risas
y ningun espejismo que enturbiara tu alma.

Otravez, otra vez olvidé mi paraguas.

Hacia frio ¿sabes?, tenia miedo
rompi los relojes, el espejo
tu carta y mis mañanas,
dejé de soñar ,de escribir , de esperar
y fui féliz,
no estaba.
conseguí dejar de mirar que me mirabas.

Tenia,
tenía todo lo que no vale nada,
estaba bien, ¿lo entiendes?
no sentia nada.

No quiero que vuelvas
ni hoy ni mañana.

Te pedi tantas vece que no me dejaras…
esperé tantas noches una sola palabra…
que a base de silencios aprendí a no oir nada.
 Hoy
vuelves y dices que regresas a casa…
¿ en que piensas?
no,
no tengo fuerzas para ver tu mirada,
me hace daño tu piel,
me hizo daño tu espalda
sigo siendo cobarde, cobarde y solitaria.

1 comentario:

Unknown dijo...

Tu lirismo sobrepasa la metáfora. Eres genial, pero qué tristeza, si traspasa la pantalla. Bello.